¿Es seguro viajar por Sudamérica? ¿Cómo de peligroso es ir por libre? ¿Me van a secuestrar y robar? ¿Van a pedir un rescate millonario por mi? ¿Cómo de probable es que me atraquen…?
Después de muchas vueltas me he sentido obligado a escribir este artículo para explicar la realidad de Sudamérica y tratar de responderte, a través de mi experiencia viajando durante 5 meses por todo el continente, a la gran pregunta de si es seguro viajar por Sudamérica.
Antes de nada, te advierto: si viajas a América Latina te van a robar con toda seguridad, es bastante probable que te secuestren y pidan un rescate a tu familia y, si eres una mujer, te violarán tres o cuatro veces dependiendo de lo rubia que seas. En este continente son todos delincuentes, traficantes, violadores y asesinos, por lo que yo que tú ni me plantearía viajar a un lugar tan peligroso, mortífero y horrible como este.
Y… hasta aquí mi ironía. Porque ni aun queriendo exagerar me sale escribirlo. ¿Cómo cojones hemos llegado a extender un rumor tan atroz de que Sudamérica es un lugar tan hostil? ¿Quién nos ha lavado tantísimo el cerebro como para tener que buscar en Google si “es seguro viajar por Sudamérica”…?
En este artículo trataré de explicarte, siempre en base a mi experiencia, cómo de peligrosa es esta zona del mundo y cómo afrontar esos “peligros” tan exagerados que corren de boca en boca por nuestra sociedad hoy en día.
Reencuentro con amigos viajeros en la gigantesca Buenos Aires (Argentina)
Tabla de contenidos
¿Es seguro viajar por Sudamérica?
Sin duda y sin tonterías de madres sobreprotectoras: un enorme y tranquilizador SÍ. Olvídate de las sobre-precauciones de tu madre, de las leyendas que te cuente tu prima la de Murcia y de las barbaridades que nos venden la televisión y los medios de comunicación.
Como anécdota te contaré que, antes de iniciar este último viaje por Sudamérica, me pasó algo muy curioso cuando fui al centro de sanidad exterior para que me recetasen las vacunas necesarias para esa zona. Al contarle al médico que estaba ese día mis planes de viaje y los países que visitaría, su reacción fue más o menos así: “¿Cómo se te ocurre ir a esos países? Yo que tú me quedaba aquí. Allí hay mucha delincuencia y una enfermedad no es lo peor que te puede pasar. Hace unos días vino una chica muy guapa y joven que se iba sola también por esos países… ¡seguro que ya la han violado!”
Imagínate la cara de imbécil que se me quedó. ¡Un médico diciendo esa sarta de subnormalidades! ¡El tipo que me va a decir las vacunas que tengo que ponerme y las que no! Menuda tristeza. Y lo mejor fue el momento en el que le pregunté la pregunta del millón: “¿Cómo sabes que es tan peligroso? ¿Te pasó algo a ti cuando estuviste allá?” a lo que el médico respondió: “¿Yo? ¿En Sudamérica? ¡No iría allí ni loco!”.
Con esa pequeña anécdota puedes hacerte a la idea de cómo está el mundo hoy en día… Todos opinan (opinamos, yo también peco de vez en cuando) y, a menudo, sin tener ni puta idea de lo que están (estamos) hablando.
Viajar por Sudamérica no sólo es seguro, sino que las gentes de los países latinos son un buen ejemplo de buen corazón, generosidad y bondad. Más abajo te cuento lo mejor (y también lo peor) de cada uno de los países que he visitado hasta el momento, pero primero vayamos por partes.
Llegando los primeros a la base de las Torres del Paine (Chile)
Riesgos y “peligros” de viajar a Sudamérica
A menudo, toda la gente que se pregunta si es seguro viajar por Sudamérica parte de un “miedo interno”, ya sea generado por tu madre o por las noticias de antena 3. Ese miedo es totalmente normal; yo lo sufrí la primera vez que viajé a México (dónde dicen que te secuestran al llegar al aeropuerto) y cuando empecé mi viaje de 5 meses por América del Sur, y seguramente vuelva a sentirlo cuando visite un país completamente nuevo del que no sepa más que la malísima información que me llegue de gente que, en el 99% de los casos, nunca ha estado ahí.
Como te contaba antes, muchas veces se exageran este tipo de “peligros” y se crean bulos y leyendas sobre los problemas que suceden hoy en día en esta parte del mundo. Tampoco vamos a engañarnos; Sudamérica no es Noruega. Por supuesto que existen ciertos riesgos y ciertos problemas que pueden suponernos una mala experiencia, pero nada que no nos pueda pasar en cualquier otra parte del universo.
En todos los meses que pasé recorriendo el continente nunca tuve ni un solo problema, ni siquiera uno leve o un momento de pasar miedo; por lo que no soy el mejor ejemplo para explicar lo “malo”. Aun así, si tuviese que hacer una lista de los principales riesgos y peligros que tiene recorrer estos países, sería algo más o menos así:
- Hurto sin agresión (la más probable; suele darse en zonas de aglomeración de gente, autobuses, etc)
- Robo con agresión (muy poco probable)
- Secuestro o violación (1 probabilidad entre 900.000.000, diría yo)
- Contraer algún tipo de enfermedad endémica como malaria, fiebre amarilla, rabia, dengue, zika, etc. (Si no tomas precauciones y visitas zonas rurales alejadas, podrías llegar a tener un problema)
Atardecer de infarto en la preciosa playa de Palomino (Colombia)
¿Por qué pasa lo que pasa?
No soy ningún experto sobre robos en el mundo, pero después de viajar por medio planeta, me ha quedado bastante claro que, generalmente, al que le “pasa algo” es porque no ha tenido la suficiente precaución o el suficiente sentido común. Ni mucho menos digo que eso sea así siempre; nunca sabes cuándo puede darse una mala casualidad, pero he visto tantos casos de gente “despistada” que creo que está directamente ligado a que pueda suceder algo.
Tres ejemplos que suenan a coña pero que son totalmente ciertos, podrían ser estos:
- Una chica que se mete en un barrio poco turístico y algo conflictivo de Buenos Aires con un iPhone X en la mano haciendo una videollamada con su amig@ y contándole lo mucho que está viajando por el mundo.
- Un chico que se queda dormido en un autobús nocturno de 12 horas en Ecuador con el iPad encima mientras ve una película.
- Un padre de familia que paga en un puesto de comida callejera muy concurrido en Bolivia y deja ver los 800$ que lleva en su preciosa cartera blanca de Tommy Hilfiger.
Parecen situaciones surrealistas ¿no…? ¿Qué crees que habrá pasado con el iPhone de la chica? ¿Y con el iPad del chico y la cartera del padre de familia? Pues no tengo ni idea, la verdad; pero todas ellas son situaciones que he visto con mis propios ojos a lo largo de mis viajes.
Visitando mi quinta maravilla del mundo: Machu Picchu (Perú)
Tomando precauciones básicas…
Seas un viajero frecuente o no, creo que siempre se deben de tomar precauciones. Incluso en nuestro día a día, no hace falta estar de viaje, deberíamos de tener “más cuidado”.
Tampoco soy la persona más indicada para explicar qué precauciones son las recomendadas, ya que desde siempre he tenido un sexto sentido y he sido demasiado cauto con ciertas cosas, sobre todo cuando viajo.
¿Qué a qué me refiero? A uno de los motivos por los que nunca me han robado el móvil, por ejemplo. Siempre que viajo y estoy en algún lugar en el que siento que pueda haber riesgo, mi octavo sentido se activa y está pendiente de las cosas importantes en todo momento. Por ejemplo, siempre que viajo en autobús nocturno, antes que correr un riesgo teniendo el móvil en el bolsillo, me lo guardo dentro del calzoncillo; ahí, con toda seguridad, nadie va a meter la mano. Sí, tal vez sea algo excesivo, ¡pero hasta el día de hoy he conseguido que nunca me roben nada!
Sea como sea, ahí van una serie de precauciones básicas para que te apliques en tus viajes (o en tu día a día!):
– No seas un banco andante
Llevar mucho dinero encima o muchas cosas de valor puede terminar siendo un auténtico drama. Hoy en día no hay necesidad de llevar tanto encima, y más con la de cajeros que hay por el mundo. Si quieres viajar con una tarjeta que no te cobre comisiones, te recomiendo que viajes con la tarjeta de BNEXT. Puedes solicitarla y tenerla en 24 horas en casa aquí!
– Ten cabeza y no hagas gilipolleces
Pues eso, con los 3 ejemplos de antes tienes suficiente como para saber que no hay que abanicarse con billetes en zonas desconocidas ni gritar a los cuatro vientos que tienes el último iPhone del mercado. Actúa con sentido común y, cuanto menos des la nota, mejor.
– Viaja siempre con un buen seguro de viajes
Como te cuento en el artículo de “por qué viajar con un seguro de viajes”, tener un buen seguro es una de las cosas más importantes a la hora de disfrutar de un viaje. Por tu salud, por tus pertenencias y por lo que pueda pasar. Si quieres saber más sobre este tema puedes leer el artículo aquí.
Yo siempre viajo con Chapka y, hasta ahora, los pocos problemas que he tenido siempre me los han solucionado rápido y bien!
– Ten un tercer ojo. El del “por si acaso”
Vigila siempre qué pasa a tu alrededor, sospecha si lo ves necesario y toma las precauciones que creas convenientes. A veces está bien ser un poco más precavido de lo normal y no jugársela a que pase algo (como yo en los autobuses nocturnos metiéndome el móvil en el calzoncillo!).
– Lleva el pasaporte siempre encima y revisa tu mochila
El pasaporte es un esencial para llevar siempre encima, y debe ser nuestro bien más preciado. El toqueteo superficial tanto de la mochila como de los lugares donde lleves los objetos de valor también es crucial; no se tarda nada y así puedes comprobar cada poco tiempo que todo sigue donde debe de estar.
Libertad infinita y reflejos en el Salar de Uyuni (Bolivia)
Sensaciones y tópicos por países
Por si quieres una información un poco más detallada sobre la seguridad en los distintos países de Sudamérica, puedes leerte mis guías de los países que he visitado hasta el momento:
Si estás buscando un itinerario completo para recorrer Sudamérica por libre puedes ver el nuestro de 5 meses ordenado por países y etapas aquí! Y también puedes seguirme en facebook o instagram para estar al día de mis aventuras actuales! 😀
Conclusiones
No se si te habrá aclarado dudas este artículo, pero si viajas a Sudamérica, ten por seguro que vas a conocer lugares únicos, unas culturas increíbles y una gente realmente encantadora. Eso es lo primero de todo. Por lo demás, ten precaución con tus pertenencias y vigila bien dónde te metes, pero si tienes sentido común y no haces ninguna tontería no tiene por qué pasarte nada!
No te lo pienses más, ¡lánzate a la aventura y empieza ese viaje sin dudarlo!
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